El Canal de Castilla es la obra de ingeniería hidráulica más importante y de mayor envergadura que se llevó a cabo en España durante la época moderna y que puede compararse con los más destacados canales de navegación europeos del siglo XVIII. Su construcción duró casi un siglo, entre 1753 y 1849, y fue unos de los intentos de la Ilustración española para sacar a la nación, en concreto a Castilla de su secular decadencia. Se concibió además de cómo una vía de navegación y transporte interior, como el mejor medio para desarrollar y ordenar el territorio de una región que arrastraba un retraso económico y social de varios siglos.

Las esclusas

En principio se diseñaron para cumplir funciones de navegación y transporte pero afortunadamente evolucionaron hacia la conciliación de la navegación con el riego, lo que implica mayor corriente de agua que la necesaria solo para la navegación y por tanto modificación de las cotas de excavación.

Pero especialmente importante fue el aprovechamiento industrial de la fuerza motriz hidráulica de sus diferentes saltos. Proliferaron las fábricas, especialmente los pequeños molinos harineros, que supieron evolucionar a modernas fábricas de harinas a mediados del siglo XVIII, convirtiéndose de hecho en la actividad industrial más importante de toda Castilla y León. Especial importancia tuvo el Serrón (Grijota), punto del que parten el Canal de Campos y el Sur, que se convirtió en uno de los enclaves industriales más importante de Castilla a finales de dicho siglo. Cuenta con tres esclusas que generan suficiente fuerza motriz para sus 4 molinos harineros, equipados con los mayores avances técnicos de la época, graneros para garantizar el suministro, etc. Vivían y trabajan 23 familias.

España no tenía vías de comunicación para un transporte eficaz. Como ejemplo, el trigo importado de Europa y desembarcado en Santander, costaba casi la mitad de la producción en Castilla, por los ingentes costes del transporte, a lomo de mulas, al puerto más próximo; Santander.

La situación en Castilla de aislamiento no era única en España. Un gran ministro español del siglo XVIII, el Marqués de la Ensenada, encabezó el proyecto de mejorar las comunicaciones interiores, siguiendo el modelo de otros países europeos como Inglaterra y Francia, a pesar de las dificultades de una orografía adversa como la española. Encarga al ingeniero francés C. Larmaur, uno de los directores del proyecto y ejecución del Canal, el proyecto del paso de Despeñaperros y del Guadarrama, antes solo posible con caballerías y no con carros, ordena que el Canal llegue hasta Reinosa para continuar hasta Santander con carretas y otras muchas mejoras para crear una red de comunicaciones, inexistente en España.

Las obras del Canal fueron titánicas, de gran tecnología y calidad, destacando la cantería con la que se construyen las esclusas, por lo que ha sido denominado el Canal la Catedral del Agua. Había que salvar un desnivel de 150 m para lo que se construyeron 49 esclusas, dos presas de retención, 70 puentes, acueductos, etc. Su ejecución estuvo negativamente afectada por los parones que provocaban las guerras, la de la Independencia, las Carlistas, la Revuelta del Pan, el cólera en 1833 en los presidios del Canal en Dueñas, así como una Hacienda Estatal en bancarrota, que nunca supo o no quiso destinar a la creación de un país vertebrado y rico, los ingentes recursos económicos de oro y plata, procedentes de América, que se habían destinado a guerras tan absurdas como las político-religiosas en Europa.

Con todo, el Canal generó una gran riqueza a Castilla y a toda España. En épocas de actividad trabajaban más de 2.000 jornaleros de pueblos ribereños, 38 en total, más de 2.000 soldados o más de 4.000 presos, traídos de todos los penales de España desde 1834 cuando el Estado privatiza la explotación y construcción del Canal, entregándolos a la empresa adjudicataria como auténticos esclavos.

Más de 30 fábricas especialmente harineras funcionaban en 1860 movidas por la fuerza motriz hidráulica, llegaron a circular 365 barcazas y el empleo derivado del Canal era enorme, escluseros, peones, conductores de barcazas, tratantes de mulas, molineros, curtidores, etc.

En 1860 empieza a funcionar el ferrocarril entre Valladolid y Alar del Rey, con lo que comienza el imparable declive del Canal como vía de transporte y con ello el de su actividad económica, hasta que en 1959 el Estado decreta el cierre definitivo del Canal a la navegación, relegándole al uso exclusivo del regadío. En ese año todavía funcionan 11 fábricas de harinas y piensos y circulan ya solo 6 barcazas, movidas por 6 pares de mulas, viejas y enfermas.

Acontecimientos más importantes durante la construcción y explotación del Canal de Castilla
1753: Inicio de las obras en Calahorra del Canal de Campos, bajo dirección de Antonio Ulloa y el Ingeniero francés Charles Larmaur.
1762: Repetidas interrupciones de obras por falta de fondos.
1776: Comienza el estudio para prolongar el Canal hasta Reinosa.
1786: Mas de 2.000 soldados trabajando en el Canal.
1792: Concluyen las obras del canal de Campos. Se abren a la navegación 25 leguas del Canal del Norte y se inician en el Serrón las del Canal del Sur. Los gastos empiezan a cubrirse con los ingresos por navegación y rentas por los molinos y fábricas (casi 400.000 reales de vellón al año).
1795: Se estudia que el Canal llegue al Guadarrama usando hombres del Ejército. Los gastos anuales superan los 3 millones de reales.
1800: Concluye la construcción del tramo Serrón-Palencia y de las esclusas 25 a 32.
1808: Comienza la guerra de la Independencia.
1820: Se construyen las fábricas del Serrón y de Herrera.
1831: Se privatiza la construcción y explotación del Canal. Llegan las primeras cuerdas de presos para trabajar en el Canal.
1833: Cólera en los presidios del Canal en Dueñas.
1834: Más de 4.000 presos trabajan en las obras del Canal.
1835: Terminado el Canal Sur: las barcazas llegan a Valladolid.
1846: Comienza la 2ª Guerra Carlista.
1847: Navegan en el Canal 106 barcazas.
1849: El Canal llega a Medina de Rioseco.
1850: La red mundial ferroviaria llega a 37.000 km.
1856: «Revuelta del Pan». Quema de harineras y barcazas en Valladolid, Palencia (La Palentina es arrasada) y Medina de Rioseco.
1860: Navegan 365 barcazas. Se termina el ferrocarril Venta de Baños-Alar del Rey.
1868: Revolución de la Gloriosa por la que la Reina Isabel II huye a Francia. Ya solo hay 5.000 Tm de tráfico de harina por el Canal.
1869: Se inaugura el Canal de Suez.
1899: Cierran numerosas fábricas. La renta que genera el Canal no llega al 40% de lo que fue en 1860.
1918: Final de la 1ª Guerra Mundial. Solo hay 6 barcazas en servicio.
1919: El Canal regresa a manos del Estado, al finalizar la concesión a una empresa.
1946: Los gastos de explotación del Canal ascienden a 820.000 pts. y los ingresos a 105.895 pta. 1957: Aun funcionan 11 fábricas de harinas y piensos.
1959: El Estado decreta el cierre definitivo del Canal a la navegación, quedando relegado al riego.